Este paisano que está en primer plano fue el que nos ayudó a subsistir con las hamburguesas. Nos dijo que era de Palencia. Creo que daba igual, con tal de comer algo que no fuera arroz, sopa de arroz o croquetas de sopa de arroz. Además ponía unos floreros de cerveza impresionantes.
Esta foto da para comentarla largamente, animaos.
Creo que en toda mi vida no había pasado tanta hambre como en Mallorca. Estuvimos en el Hotel Ferari que lo recuerdo perfectamente, estaba en el Arenal y la categoría era de una estrella (no sé quién se la daría)
ResponderEliminarEl caso es que entre la falta de sueño, las noches de discoteca, las interminables jornadas de autobús por la isla soportando al plasta del guía y lo poquito que nos alimentamos, llegamos a Burgos como para que nos echaran de comer a los leones. Recuerdo a mi madre preocupada porque no movía "ni pata ni oreja" en la cama durante días.
Del patillero palenciano sinceramente ni lo recuerdo.
¡¡¡Vaya tiempos!!!
Que pasada...jajaja...lo malo es que no me auerdo ni de la mitad de los nombres de la gente.
ResponderEliminarLamento no estar de acuerdo contigo, Eduardo. Creo recordar que el hotel tenía 3 estrellas, que estaban puestas en la entrada, pero que con el paso de los días fueron desapareciendo ( no sé si lo recuerdo, me lo he soñado, o es sólo un deseo que tenía, que lo degradaran).
ResponderEliminarNo he sido nunca dormilón, pero creo que cuando llegamos, dormí 14 horas seguidas.
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